La eutanasia oportuna de cerdos es un tema complejo y emotivo. La toma de decisiones en este contexto no solo se basa en criterios técnicos, sino también en valores, emociones y percepciones humanas. Al sumergirnos en la perspectiva de nuestro personal, descubrimos una serie de factores interrelacionados que hacen que esta tarea sea desafiante:
1. Cultura y compromiso con el Bienestar Animal: Nuestro personal es rigurosamente formado para garantizar la sobrevivencia, salud y el bienestar de los cerdos, con el objetivo de que lleguen al mercado en condiciones óptimas. Esta formación puede estar tan interiorizada que genere un compromiso o contradicción mental que pueda hacer que la decisión de eutanasia sea más difícil de tomar.
2. Entrenamiento (esperanza vs realidad): La esperanza de recuperación de un cerdo enfermo o lesionado es innata en nuestro personal. Sin embargo, discernir entre esta esperanza y la realidad de la situación puede ser un reto especialmente si estamos hablando de personal en proceso de entrenamiento. En un estudio realizado por Magnus et al. (2018) subraya que colaboradores con menos de dos años de experiencia en granja presentaban mayor resistencia a realizar los protocolos de eutanasia.
3. Impacto psicológico del procedimiento: La carga emocional que representa el procedimiento no debe subestimarse, en especial cuando ocurre en masa, como en los casos de brotes sanitarios. La relación que los trabajadores establecen con los animales, sumada a la naturaleza difícil del procedimiento, puede tener consecuencias psicológicas importantes. Investigaciones de Román et al. (2021) examinan la percepción del personal frente a la eutanasia en el ganado lechero, mientras que otros estudios indican una prevalencia elevada de angustia psicológica entre los empleados de frigoríficos de ganado bovino (Leibler et al., 2017; Slade y Alleyne, 2021). Estos trabajos subrayan la necesidad de implementar medidas de apoyo para mitigar el estrés en estos profesionales. Tales hallazgos son extrapolables al contexto de la industria porcina.
4. Equilibrio entre eficiencia y carga de trabajo: Si bien es esencial mantener la eficiencia operativa, incrementar el número de cerdos destinados a la fosa de mortalidad puede resultar en una sobrecarga laboral y emocional importante para el equipo que deseen evadir o retrasar.
5. Dilemas éticos y empatía: el personal, por su naturaleza empática hacia los cerdos, puede creer que mantener con vida a un cerdo, independientemente de su condición sanitaria, es la opción más humanitaria. En un estudio realizado por J-L Rault et al. (2017) menciona diferencias significativas respecto a la resistencia al proceso de eutanasia entre personal masculino y femenino de acuerdo a sus percepciones de empatía hacia los animales.
Reconocer cuándo es más compasivo eutanasiar a un animal para terminar con su sufrimiento es crucial para cumplir con los protocolos de bienestar animal establecidos.
6. Implicaciones económicas: El esfuerzo y la inversión económica que se ha puesto en cada animal puede generar la percepción de que siempre se debe buscar recuperar la inversión. Sin embargo, prolongar indebidamente la vida de un cerdo no viable va a intensificar los costos y el sufrimiento del animal. Es importante recalcar que a medida que un cerdo aumenta en edad también lo hace en costos dado los programas sanitarios y de manejo a los que ya ha sido expuesto previamente.
7. Influencia de incentivos y metas: En algunos casos, los sistemas de recompensas o penalizaciones, basados en volumen de cerdos a transferir o índices de mortalidad presupuestados, pueden generar tensiones y contradicciones en la toma de decisiones tanto en el interior de la granja como en las relaciones cliente proveedor.
Recomendaciones para implementar
A continuación, presentamos una serie de recomendaciones enfocadas en mejorar la operatividad y el bienestar dentro de tu granja:
1. Capacitación en Bienestar Animal: Es esencial proporcionar a tu equipo una capacitación exhaustiva en bienestar animal, la cual debe incluir la habilidad para reconocer cuándo un cerdo ya no se encuentra en condiciones de recuperarse y requiere eutanasia. Los estudios mencionados sugieren que personal con mayor entrenamiento son más proactivos al momento de realizar eutanasias.
2. Rotación en la Eutanasia: Para mitigar el impacto emocional en el personal encargado, es recomendable alternar a los responsables de llevar a cabo la eutanasia. Además, es crucial utilizar el método apropiado para cada etapa productiva del cerdo.
3. Acompañamiento Psicológico: La implementación de un programa de apoyo psicológico, que incluya sesiones regulares con profesionales especializados en traumas y estrés laboral, puede ser de gran ayuda para el equipo y en particular a nuevos colaboradores. Esto, junto con la formación de grupos de apoyo entre colegas, puede crear un entorno laboral más saludable y solidario. Una medida práctica es que el proceso de eutanasia sea frecuentemente realizado por personal con más de dos años de experiencia en granja.
4. Inversión en Maquinaria: Se aconseja adquirir equipos especializados que permitan la gestión rápida y segura de la mortalidad, sin comprometer la bioseguridad de la granja.
5. Protocolos Claros: Es imprescindible contar con protocolos detallados y bien comunicados en relación con las lesiones irreversibles que ameritan eutanasia, asegurándose de que todo el personal los comprenda y aplique correctamente.
6. Conocimiento de Costos de Producción: Es vital que los trabajadores entiendan cómo ciertas acciones, como los tratamientos médicos y las vacunaciones, influyen en los costos de producción y cómo la dilación en estas tareas va a incrementar el costo de producción del cerdo.
7. Incentivos Integrados: Los incentivos ofrecidos deben estar vinculados con todas las etapas de la cadena productiva para promover el trabajo en equipo y evitar el aislamiento entre diferentes sitios de producción.
8. Gestión de Indicadores de Mortalidad: Al abordar los indicadores de mortalidad, resulta crucial centrarse en identificar y atender la causa principal del problema, evitando imponer una carga extra de estrés en el equipo. Esto es fundamental para evitar prácticas indebidas que retrasen la eutanasia apropiada, las cuales podrían incrementar la presión sanitaria de la granja.
Conclusión
Como responsables del manejo de la granja, nuestra obligación es asegurar el bienestar de los cerdos y la calidad del producto final. Reconocemos que el personal se enfrenta a dilemas éticos, emocionales y económicos significativos, los cuales requieren ser abordados con un enfoque integral que combine conocimientos científicos, principios éticos y una profunda empatía.
Sensibilidad del costo de la mortalidad
Para concluir, te ofrecemos una tabla referencial que muestra los costos incrementales asociados a la mortalidad de los cerdos según su etapa productiva, la cual puede ser ajustada de acuerdo a los costos específicos de tu producción.